Voluntariado en restauración de corales, una experiencia que no te puedes perder

Hola Last Chancers espero que estén muy bien.

Soy Tita Robles, cofundadora de Last Chance 4 Earth y les quiero compartir mi experiencia plantando corales.

Estuve en Cozumel, donde me certifiqué y participé como voluntaria en el programa de restauración de corales que conduce Germán Mendez, fundador de Cozumel Coral Reef Restoration, con maestría en Ciencias Marinas y especialidad en corales en Nova Southeastern University en Florida, lleva 37 años buceando y es un apasionado del mar y sus especies.

Este gran biólogo marino , activista y protector de los corales en el Caribe Mexicano, se inspiró en fundar su organización, al ver el gravísimo deterioro que los humanos estamos causando a estos sorprendentes ecosistemas.

Tan sólo hace 30 años el 1% de todo el fondo del mar estaba formado por corales; ahora solo queda .05% de éste en el mundo, donde habitan una cuarta  parte de todas las especies marinas. 

Si nos acabamos los corales, con ellos también se van el caracol rosado, el mero y todo el ecosistema de peces y demás especies que alberga el arrecife de coral, lo que implica que se queden sin trabajo y alimento millones de personas que viven de estos recursos naturales. Además, con la rápida reducción de estas grandes barreras de coral, cada vez hay menor resistencia a los huracanes, que cuando llegan a las costas, arrasan con todo a su paso, dejando destrucción, muertes y daños materiales.

Nos platica Germán que una de las principales  causas por las que los corales están muriendo es su blanqueamiento, consecuencia del aumento de la temperatura del agua a más de 28 grados C. Cuando ésto sucede, los corales  se estresan y las algas que están dentro de ellos (zooxantelas), que  además de darles sus colores característicos, producen nutrientes que los alimentan, se vuelven tóxicas provocando que los pólipos las expulsen del cuerpo del coral.  Por 15 días sobreviven solamente alimentándose de plancton,  sin embargo, como los mares del caribe son atróficos donde hay escasos nutrientes, se van debilitando, hasta que mueren de hambre. Ahora ya saben, cuando vean corales blancos, significa que están agonizando. 

En Cozumel durante  2018, se perdieron el 50% de todos los corales de la zona, algunos con más de 700 años de edad, lo mismo está pasando a nivel mundial; donde antes había colonias de pólipos de vibrantes colores y abundante vida marina, ahora sólo vemos una deprimente y desolada superficie gris. Este escenario es real. Si no le ponemos un alto se está volviendo una desgracia ecológica sin precedentes. 

Les cuento que el certificarme con Germán, platicar con él y ser voluntaria, para mí fue una experiencia muy gratificante, no la cambio por nada, ya que además de bucear, que me encanta, sé que estoy contribuyendo a repoblar el mar de corales. 

Es fascinante ver como en espacios que son verdaderos cementerios, surgen “oasis marinos”: plataformas de cemento con jardines de pólipos coralinos llenos de vida; diferentes y coloridas especies de peces, tortugas, morenas, mantarrayas y demás fauna marina propia de los arrecifes. Vida llama vida. 

Aprendí a identificar las diferentes especies coralinas endémicas de Cozumel, cómo plantar los coditos sobre losas de concreto con una tipo resina donde se sostienen, para que crezcan en un ambiente controlado donde hay que estar limpiando las plataformas constantemente y quitando las algas malignas que se instalan y enferman en algunos pólipos. Es un trabajo titánico que requiere de muchos recursos y voluntarios. Sin embargo, vale muchísimo la pena el resultado.  Actualmente, gracias a los voluntarios y a las donaciones ya son casi 4000 corales plantados en 21 plataformas de cemento en Cozumel. 

Germán nos invita a reconocer el poder de nuestras decisiones, involucrarnos activamente en mejorar la salud del mar, a educarnos y conocer más sobre los corales, hacer un uso racional de nuestros recursos naturales, reducir y reciclar la basura que generamos, utilizar licras protectoras en vez de bloqueador solar, a ser cuidadosos al bucear o esnorquelear de no golpear o romper corales y reclamar a las autoridades la instalación de plantas tratadoras de agua.

Sin una intervención drástica, nos arriesgamos a ver desaparecer todos los corales en menos de 30 años. ¡Depende de nosotros!

Todavía estamos a tiempo de recuperar las barreras de coral si ACTUAMOS YA . 

Para más información, donativos y cómo aplicar para los voluntariados, consulten su página web aquí.

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